LAS REGLAS DEL JUEGO

giants_baseball_arena-wallpaper-1280x800

En este artículo aprenderemos tres normas, tres reglas, tres principios que vale la pena analizar antes de comenzar la aventura del plan de Dios para nuestras vidas.

Regla #1. DIOS NOS SALVÓ PARA QUE LE SIRVAMOS

La Biblia en 2 de Timoteo 1:9 dice:

«Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa»

En otras versiones dice que Dios nos llamó para Su «obra santa», lo cual indica que el plan del Todopoderoso no sólo se limita a la salvación, sino también a que le sirvamos de todo corazón.

De hecho, la vida consiste en servir. Si vemos la vida como un periodo de tiempo para cumplir el propósito de Dios, entonces vamos a aprovechar al máximo cada minuto, cada segundo, y todos nuestros esfuerzos estarán concentrados en poder ser útil en las manos de Dios.

Regla #2. LA VIDA NOS ES UN CUENTO DE HADAS

Todas aquellas personas que tienen el deseo de poder servir al Señor con todas sus fuerzas, deben entender que en el proceso de la carrera cristiana no todo será color de rosas. El mismo Señor Jesucristo enseñó en Juan 16:33:

«Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo»

Jesús no prometió que todo sería fácil, él dijo que a pesar de que vengan los problemas, debemos estar tranquilos porque él está con nosotros.

Servir al Señor puede ocasionarnos problemas con nuestra familia, con nuestros amigos, con la sociedad en general. Implica tomar el riesgo de amar a Dios por encima de todas las cosas, y si entendemos ese principio, cualquier problema que se nos presente será insignificante.

Regla #3. EL PECADO ES UN OBSTÁCULO PARA CUMPLIR EL PROPÓSITO DE DIOS

Si queremos ser efectivo en esta vida y queremos ser exitosos en el propósito de Dios para nosotros, debemos estar conscientes que el pecado puede ser un factor detonante para que nos estanquemos.

La Biblia afirma en Hebreos 12:1:

«quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante»

La carrera se puede correr con pecado, pero si lo hacemos de esa forma  nunca llegaremos a la meta, nos cansaremos y lo más probable es que abandonemos la fe. Pero si solucionamos el problema del pecado, entonces estaremos preparados para la carrera más emocionante de todas.

ANÍMATE, SIGUE LAS REGLAS DE JUEGO Y SAL A GANAR

Por Eivert Caridad // @eivert

Deja un comentario